Cerca de 3000 millones habrían decapitado de los recursos para el adulto mayor, a través de exoneraciones bastante cuestionables en Bucaramanga y Santander.
Manolo Azuero - manoloazuero@hotmail.com
El adulto mayor santandereano, habitante de 52 centros de bienestar (ancianatos) y participe de los Centros Vida, es víctima de una tragedia. Esta población vulnerable sobrevive en medio de la indolencia e incompetencia estatal. El escandaloso acuerdo municipal, No 100 de 2009, que rebajó 960 millones de la estampilla para el bienestar del adulto mayor, buscando "estimular" el contratista del Viaducto la 9, es un abrebocas. Hay dos capítulos más, igual de despreciables, que solo perpetuán las condiciones precarias del adulto mayor. Y traen como antagonistas a la Gobernación de Santander, a los diputados, y una vez más abren el telón para que Alcalde y concejales de Bucaramanga excusen lo inexcusable. Esta es la historia:
La gobernación, merecedora de reconocimientos que comparto, sancionó en la Asamblea, la ordenanza 031 de Agosto de 2009, para reglamentar la estampilla para bienestar del adulto mayor. Incluyendo la ley 1276 del 2009, que ordena para aquel rubro, un piso del 2% del valor del contrato. Sin embargo, paradójicamente, en el artículo 5 de la ordenanza, se decidió exceptuar del pago de la estampilla a los contratos de prestación de servicios de mínima cuantía.
Por semejante decisión, solo en 2009 el adulto mayor habría dejado de recibir 682 millones. La gobernación asegura que a través de otros hechos generadores se cubrió esa disminución. Aparente compromiso que no coincide con el testimonio de Ángel Quiñones, representante del adulto mayor. El afirma que no solo esos 682 millones no fueron recaudados, sino que muchos recursos que se recibieron, no se repartieron. Quiñones narra con impotencia, que a los Centros Vida y a los Centros de bienestar, se les adeudan importantes recursos, y que por falta de eficiencia del gobierno, han tenido que recurrir a la tutela. Alega que la tramitologia del Palacio Amarrillo vulnera la constante protección social que requiere la población, haciéndola intermitente e insuficiente.
No obstante, la historia se oscurece más gracias a la administración municipal de Bucaramanga, donde el atropello contra los recursos del adulto mayor es muy grave. Al caso de la Novena, se le suma otro absurdo.
Por negligencia, el Alcalde y el concejo, mantienen vigente, después de la ley 1276, el Artículo segundo del acuerdo 021 de Mayo de 2003. Aquel, donde queda por fuera del cobro de la estampilla, todo contrato de menor valor a 30 salarios mínimos vigentes. Figura, que en la actual Alcaldía, por OPS y "contraticos directos", suma miles de millones de pesos. Celebrados con un impugnable 0% (no 2% como dicta la ley) en el rubro de la estampilla para el adulto mayor. Una exoneración, que sumada al Acuerdo 100, decapito, en casi 2000 millones (a hoy), los recursos para dicha población vulnerable en la ciudad. No en vano, la calidad de vida en ancianatos es nefasta, los alimentos escasos, y algunos han clausurado.
La situación es lamentable. Las conclusiones de ustedes. Los reto a batallar por el adulto mayor. Hablemos:manoloazuero@hotmail.com
muy interesante esta colomna , porque a mi parecer el adulto mayor tiene derecho a pasar sus ultimos dias en la tierra en condiciones favorables y confortables . No como lo hacen mas del 90 porciento de la gente que esta alli en esos "ancianatos", que sus ultimos dias los estan pasando entre depreciones , enfermedades y agonia , por eso yo apoyo esta causa , unamonos de uno en uno llegamos a ser toda colombia
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