martes, 28 de agosto de 2012

Cartas sobre la Mesa III con Juan Jose Reyes Peña, ex presidente ejecutivo Cámara de Comercio


CARTAS SOBRE LA MESA

Por: Manolo Azuero @ManoloAzuero


Juan José Reyes fue presidente ejecutivo de la Cámara de Comercio de Bucaramanga por 24 años. A finales de 2004 abandonó la entidad, y desapareció de la palestra pública. Hace días lo encontré en su apartamento, con su familia y sus tres gatos. A Reyes - dice - ya no le interesa el poder, está dedicado a sí mismo, lee dos libros por semana y ve futbol hasta la saciedad. Después de años de silencio Juan José habla otra vez de la Cámara, de los empresarios, de la política local y del desarrollo regional.

'La Cámara de Comercio de Bucaramanga decidió no hacer veeduria': Juan Jose Reyes. 

MANOLO AZUERO: Usted fue por casi 25 años presidente de una entidad con mucho poder, privada por constitución, pero pública por obligación. ¿Por qué se alejó del debate regional después de ser protagonista?

JUAN JOSE REYES: Porque percibí todo ese tiempo como saturación, llegó el momento de buscar gente nueva…otro discurso. También consideré que debía dedicar tiempo a mí mismo, a mi familia, a mi gente, a mí como ser.

M.A.: Desde la Cámara usted fue un veedor de las entidades públicas, polémico, contundente.  Recordemos que se enfrentó al ex Alcalde Ivan Moreno Rojas. Sus sucesores, en cambio, optaron por tercerizar la veeduria. No pelearon más con los Alcaldes. La Cámara incluso se volvió un contratista usual del gobierno local. ¿Cedió la Cámara ante la clase política local?

J.J.: Yo creo que ellos optaron por otro modelo. En ese momento las Cámaras de Comercio estaban en una encrucijada. El peso de los recursos públicos era demasiado agobiante y limitante, por su campo de acción. Entonces creyeron que el futuro estaba en la generación de otro tipo de recursos. Y por ahí se fueron, pero ello implicaba renunciar al papel de veeduria. Nunca entendí porque no se le hizo ningún tipo de gestión de veeduria a Honorio Galvis o a Fernando Vargas, cuando si hubo mayor vehemencia en el seguimiento al Gobernador Hugo Aguilar. Hoy parece que ni en un lado ni en el otro.  

M.A.: ¿Cómo vio, ya como ciudadano común y corriente, la Bucaramanga de Honorio Galvis, Fernando Vargas y Héctor Moreno?

JJ: Bucaramanga tuvo un ciclo de crecimiento vertiginoso desde el año 2000. La ciudad vivió una transformación notable. Y lamentablemente creció de manera  desordenada, porque ya en ese momento la Alcaldía estaba en manos de personas que tenían una carrera política, unos compromisos y unas ataduras que les impedían tomar decisiones impopulares. Por ejemplo el manejo de los vendedores ambulantes, el manejo del espacio público, el control del tránsito. Un gran desorden que en nada ha favorecido a la ciudad. Déjeme anotar que Bucaramanga perdió el civismo que la caracterizó hasta la tercera elección popular de Alcaldes. Ahí todo cambió. Apareció Horacio Serpa con Carlos Ibáñez y comenzó el presente.

M.A: Tanto usted como su sucesor, Juan Camilo Montoya, criticaron el Gobierno departamental de Hugo Aguilar Naranjo, quien terminó años después destituido e inhabilitado porque puso, según la Procuraduría, su investidura al servicio de los paramilitares. ¿Cómo entender hoy el apoyo de reconocidos empresarios a la vertiente política de Aguilar?

J.J.: Vayamos un poco atrás. En el año 2000 nos dimos cuenta que una parte muy importante del empresariado le empezó a dar un gran apoyo a personas que en el caso de la región decían oponerse al despeje de una zona del sur de Bolívar al ELN. Ahí casi que de golpe nos dimos cuenta que existían esos nexos. Y esos nexos, quizás visto hoy, nunca cesaron. La acción absurda de la guerrilla llevó a que la gente creyera que el camino estaba en la combinación de las fuerzas de lucha.  Se creyó que el enemigo de mi enemigo, era mi amigo. Debo decirle que en 1993 hicimos una reunión con el Ministro de Defensa de la época Rafael Pardo, quien le dijo a los empresarios ‘defiéndanse, ármense, no esperen que todo venga del Estado’; eso llevó a que la gente empezará a armar sus aparatos de defensa. Y de ahí a la política hay un solo paso. Yo no quiero entrar a casos particulares, pero esos nexos se dieron y se siguen dando.

M.A.: Pero en concreto, ¿cree usted que la clase empresarial ha sido cómplice de políticos que tuvieron nexos con los paramilitares? 

J.J.: Yo estoy aterrado de que el empresariado colombiano es absurdamente derechista, mucho más de lo que yo mismo me había imaginado. Y así ha sido proclive a tener relaciones con ese tipo de personajes. Hoy ya comenzó una ruptura, pero de todos modos, no creo que sea total.

M.A.: A la Cámara de Comercio la alcanzó la mano de Aguilar Naranjo. Carlos Fernando Sánchez, uno de sus más fervientes escuderos, llegó a la junta directiva. Lo puso el Presidente Uribe. ¿Se ha vuelto la junta trinchera de intereses particulares?

J.J.: Yo creo que sí. Las Juntas Directivas de las Cámaras de Comercio tienen la particularidad de que la tercera parte de sus representantes son designados por el gobierno nacional. Durante muchos años los gobiernos poco se interesaban en el tema y  nombraban empresarios notables. Después eso cambió, y llegaron a la junta representantes de los políticos, de la confederación liberal, de José Luis Mendoza, de Horacio Serpa. También sectores como el de los transportadores con el tema de Metrolinea, en su afán de que dicho proyecto no arrancara o arrancara con ellos dirigiéndolo, se metieron a la junta directiva de la Cámara. Y así se ha vuelto una mezcla de diversos actores, que en teoría no es mala; sin embargo, con el estado actual de la gobernabilidad, lo que consigue es que siempre los políticos, y no los gremios, salgan gananciosos

M.A: Con el Gobierno de Richard Aguilar, la Cámara ha sido amistosa. Su otrora subalterno Félix Jaimes, aún funcionario de la Cámara, es asesor del Gobernador. ¿Cómo evalúa está dualidad?

J.J.: Ellos soportan aquello en la función de ‘promover el desarrollo regional’ que corresponde a la Cámara. En ese sentido no han dado prelación a la labor de veeduria. Por mi parte, yo pienso que en la medida que haya administraciones públicas eficientes, honradas y cumplidoras, el ambiente empresarial es mejor y la inversión de los impuestos también. Es decir, para mi es preferible ejercer la veeduria, que de por si es apoyar a las entidades públicas.

M.A.: ¿Podrá la Cámara hacer algún tipo de veeduria a la Gobernación, con Felix Jaimes como asesor del Gobernador?

J.J: La Cámara decidió no hacer veeduria en el departamento. Y me parece que en la  ciudad tampoco.

M.A: Más allá de la política ¿Cómo ve el desarrollo de Santander? Pasó Serpa y seguimos sin super vía, ni vía a Málaga, García Rovira aún en la prehistoria.

J.J: Los santandereanos decidieron que las vías de la región las tenía que hacer la nación, y eso no es cierto. La nación tiene otras prioridades, que a veces pasan por acá, como la troncal del Magdalena, pero la mayoría de las veces no. El genio que decidió nacionalizar la vía Málaga es un absoluto equivocado, porque para la nación esa vía no tiene ninguna prioridad y nunca pondrá los recursos suficientes. Y los gobernadores nunca han decidió construir una sola vía que le dé una ayuda clave al departamento. Se han dedicado hacer pequeñas cosas que les dan votos.

M.A.: He leído su blog De vez en cuando escribo. Allí  encuentro a un Juan José irreverente frente al sistema, más de izquierda que de derecha. Aquello en usted; tantos años representante de los empresarios; se me hace insólito.

J.J.: Yo creo que hay que hacer un nuevo pacto social. Me parece que mientras en Colombia no se construya una sociedad más igualitaria, que piense más en las persona, en el ciudadano, no se podrá alcanzar el desarrollo ni superar la violencia.

M.A.: ¿Será que como Presidente de la Cámara no vio cosas que ahora ve como ciudadano del común?
J.J: En ese tipo de trabajos yo creo uno termina metido como en una cabina del quehacer, de todos los días. Como los gobernantes de ahora. Ellos nunca van al supermercado, no  hacen fila en un banco.  No tienen un contacto incógnito con el ciudadano. Antes era diferente, mi padre fue Alcalde y él era un ciudadano más. Ahora hasta los sub secretarios de una sub secretaría tienen carro blindado y escolta. Eso es inaceptable.

Ya es medio día. Dejo a Juan José en su apartamento, consintiendo a uno de sus gatos. Lejos del trajín de aquella oficina, en la Cámara de Comercio, que ocupó buena parte de su vida.

5 comentarios:

  1. Manolo su entrevista muy buena, pero no es claro que Juan José haya durado 25 años en un cargo de esta naturaleza y su veeduría que logró? y es que en esos 25 años no robaron los políticos? dio peleas pero las llevó hasta el final?
    No conozco muy bien lo que hizo frente a la Cámara pero me gustaría que continuara su entrevista con la pregunta ¿Y que hizo durante sus 25 años por los empresarios Santandereanos?, finalmente para eso es que se eligía y se le pagaba. Como dije anteriormente no quiero emitir juicios pero me gustaría saberlo.

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  2. Manolo y durante esos 25 anos del señor Reyes frente a la camara de comercio cual era el rol de su señor padre en esa institucion

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  3. Estas cartas sobre la mesa ameritan unas aclaraciones:
    1. El Doctor Juan José Reyes fue un consentido de la “’elite comercial” bumanguesa, y esa fue la razón para que hubiera llegado a Presidente Ejecutivo de la CCB y se hubiera mantenido todo ese tiempo.
    2. La gestión del Doctor Reyes se caracterizó por pasar inadvertida. No sé si hubo problemas de comunicación o como todos dicen, no había nada que comunicar.
    3. El Doctor Juan José Reyes no se fue de la CCB, por voluntad propia, le tocó irse porque se hicieron púbicas algunas indelicadezas en el manejo de los gastos de representación asignados a su cargo.
    4. El Doctor Juan José Reyes no se refugió en su hogar para enriquecerse espiritualmente. Simplemente, crecieron los hijos de los consentidores, entonces el interés por su futuro paso a un plano inferior, y lo abandonaron. Además dicen sus conocidos, que se jactan de ser sus amigos, siempre ha sido despótico en su trato y de poca brega, y así se estanca cualquiera.

    Salva este reportaje que Manolo es un buen entrevistador, pero a mi juicio, el entrevistado con sus respuestas, mostró que de fondo no hay mucho.

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  4. Considero que Juan Jose Reyes fue un hombre que ejerció con creces la labor de veeduria que le corresponde a la Cámara de Comercio. Olvida Harenasg la batalla frontal que dio Reyes contra las irregularidades de la adm Moreno Rojas y en el inicio de la adm Aguilar Naranjo. Me parece que sus respuestas, las de Reyes, evidencian que conoce la historia de la ciudad y del departamento, permite entender muchas cosas, es concreto, valiente, tajante. Su gestión en la Cámara si fue reconocida, y no arrodillada al poderoso de turno. Su personalidad no es problema mio.

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    1. Voy a debatir contigo a pesar de tu condición de anónimo. Si vuelves a leer, verás que sólo habla del 2.000 a la fecha. Si fue Presidente de la CCB desde 1980, entonces, qué paso con las veedurías durante esos 20 años? Que Yo sepa, nada que mostrar. Llamas veedurías a lo que hizo para enfrentar al Gobernador Aguilar y al Alcalde Moreno? Ellos buscaban apoderarse de su cargo en la CCB, entonces no hizo veeduría, lo que hizo fue defender su interés personal. No entiendo en donde viste la ilustración histórica o la valentía. Veo sí, que acepta que ahora se asombra de saber que existen alianzas entre empresarios y grupos armados de la derecha, cuando todos siempre hemos sabido que es una unión que viene desde fines de los ’80. Yo no soy amigo o enemigo del Doctor Reyes, porque ni siquiera podría identificarlo en la calle, pero si conozco qué pasaba y que pasa con la gestión social de la CCB. Por eso afirmo lo que muchos confirman, la CCB ha sido un simple escampadero para los amigos de la “élite comercial” de Bucaramanga. Nada más…

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