martes, 29 de marzo de 2011

Del espíritu de las leyes, Señor Alcalde - Columna de Opinión Vanguardia Liberal

Por: Manolo Azuero

Con algún atrevimiento decidí tomar prestado el titulo de la obra de Montesquieu para compartir un concepto sobre el espíritu de las leyes que al parecer la actual administración pública en Bucaramanga ignora. En desarrollo de la revisión a la contratación pública se ha realizado un ejercicio que explicare a continuación y deja mucho que desear sobre el entendimiento y el trato que la Alcaldía hace de ciertos principios de la ley contractual (ley 80 y 1150), sin incurrir necesariamente en alguna ilegalidad pero encaminando la gestión pública por un despeñadero moral.

Resulta que desde el 18 de Octubre del 2010 hasta el 18 de Noviembre del mismo año, es decir hasta ayer, la página web de la Alcaldía público alrededor de 43 contratos que suman más de 1200 millones de pesos y son otorgados a través del método de selección abreviaba. Hasta aquí todo parece muy normal, y las Secretarias municipales son hasta este momento un coro celestial a favor de la transparencia y el buen gobierno. Sin embargo si vamos un poco más allá, y miramos el detalle, el proceso de contratación a través de selección abreviada que no excede la menor cuantía es un carnaval del cinismo, y un atropello contra principios básicos de la ley.

El proceso de más de 40 contratos que suman 1200 millones del erario público tuvo una absurda duración promedio de 26,82 horas, esto contando horas nocturnas o no laborales. Es decir que en “aras de la transparencia” las Secretarias municipales otorgan solo 1 día laboral para que todos los eventuales contratistas se enteren y realicen propuestas para cumplir los requisitos, un periodo altamente insuficiente. Y lo peor del asunto es que lo hacen a través de documentos oficiales donde hacen una nostálgica apología a las leyes contractuales. Falta seriedad y coherencia para gobernar.

Creer que 24 horas son suficientes para dar cumplimiento a una ley que entre sus principios  establece la transparencia y la publicidad, es infantil y falta al profesionalismo que el buen gobierno exige.  Las leyes son para cumplirlas a cabalidad, para defender su esencia y espíritu que debe encaminar la sociedad hacia el bienestar. Y se necesita de virtud política, de un compromiso serio con el bien común, para lograr dicho fin. Bucaramanga no necesita un gobierno de fachadas, necesita una administración pública comprometida con la excelencia en la gestión de los recursos públicos.

Pasarles “la pelota” a los secretarios como lo hizo el Alcalde, y estos juzgar como “políticas” las denuncias no resuelve nada. Las críticas realizadas no son ficción, los documentos y los argumentos están. Los correctivos se deben tomar en pro del bienestar ciudadano, y mientras tanto esta historia real que busca concientizar y criticar de manera constructiva continuara….*todo el documento de soporte en manoloazuero@hotmail.com

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