Manolo Azuero
Hoy podría pasar la página. Entre mis posibilidades esta cambiar el tema y diversificar la opinión. Comentar del cultivo de la badea por ejemplo. No obstante, me dispondré una vez más a criticar la administración municipal. Tan grave es la situación que se convirtió en rutina defender lo público de malas costumbres que promueve la actual Alcaldía. Entre esas, desconocer elementos de la cosa pública y aprovechar micrófonos de la prensa para defenderse de las críticas con excusas que faltan a la verdad.
Entre risas excusaron el abandono de una propiedad municipal de 800 metros, mostrándose como víctimas de la Ley Clopatofsky. El Señor Alcalde se refirió a un local en un 5to piso, sin ascensor y con numerosas solicitudes de intervención por parte del municipio. Le falto coraje para aceptar públicamente su negligencia. Primero, dicha propiedad no queda en un quinto piso, está ubicado en el tercero y último del centro comercial Acrópolis, segundo, si llega un ascensor a dicho nivel, y tercero, nunca hasta esta semana, después de denuncias aquí publicadas, se había percibido interés real en intervenir el lugar.
Con relación a la expropiación de terrenos de su consuegro, aledaños al embalse de Tona, poso como héroe y no hay tal. Al parecer en varias ocasiones anteriores a la renombrada expropiación, se promovió desde el palacio municipal una negociación bajo circunstancias poco favorables para el Acueducto Municipal, en donde se cancelaba una cifra que no cubría el saneamiento del terreno, de líos legales y financieros. El único heroísmo parecer haber sido el de un Gerente del acueducto que quiso defender el interés público y termino marginado del proyecto con el montaje de una administración paralela. La misma que hoy tiene a una obra de tal magnitud sin interventoria definida y dejo en un radio cercano - curiosamente menor al planteado inicialmente - al embalse terrenos muy especiales, que no quedaron en manos del municipio y sufrirán importantes valorizaciones.
En el mismo sentido el Alcalde desconoce el funcionamiento del estado. Sobre las denuncias alrededor del acuerdo No 100 del 2009, de su autoría, donde disminuyen la tarifa de dos estampillas, procultura y proancianos, se protege con un documento del Ministerio de Hacienda. ¿De cuándo acá un concepto no vinculante del ejecutivo reemplaza la Ley? Los dictámenes de la Ley 1276 del 2009 señalan que la estampilla pro bienestar anciano no puede estar por debajo del 2% del valor del contrato. Podría resucitar Bolívar, conceptuar la disminución, y la irregularidad mantendría vigencia. La Ley manda, y para beneficiar a una persona jurídica, a un contratista del estado, no se podía bajar el piso de la tarifa al 1%, afectando el recaudo del municipio para proyectos relacionados con la población vulnerable del adulto mayor.
La verdad y lo legal, no dan cabida a interpretaciones y “acomodos”. Impugno aquellas costumbres y espero decisiones por parte de los organismos respectivos. Hablemos:manoloazuero@hotmail.com
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