Manolo Azuero
Bucaramanga es una gran ciudad. Su gente es talentosa y perseverante, el emprendimiento de los microempresarios e industriales es ejemplo para el país. Creo en la ciudad, en los Bumangueses. Tengo la firme convicción de que somos capaces de salir adelante y convertirnos en un modelo de desarrollo social, económico y cultural. Por eso me resisto a aceptar en silencio, que una mala administración pública, por incompetencia, obstruya nuestra prosperidad y tenga los recursos públicos al servicio de lo infructuoso, coqueteando frecuentemente con lo inmoral y presuntamente con lo ilegal.
Hoy el Alcalde se llama Fernando Vargas, mañana podrá ser cualquier otro. No se trata de un nombre o de un apellido, no me desvelan los egos personales. La crítica es contra un estilo inaceptable de gestión pública. Una forma de gobierno merecedora de toda sanción social. La crítica buscar confrontar la inconsistencia de la acción pública actual en la ciudad bonita. La misma que en el 2010 invirtió más de 1200 millones en maquinaria, y unos meses después de la adquisición, dejo parte de los nuevos activos abandonados. Aquella, que despilfarra millones en auto publicidad y en esculturas solitarias, y a su vez no ha sido capaz, en 39 meses de gestión, de terminar y abrir la Plaza de Mercado del Kennedy.
Unos días después del 30 de Septiembre de 2010 la Secretaria de Infraestructura presento con bombos y platillos un informe de gestión. En las “decorosas” páginas se comentaba sobre la compra de maquinaria por más de 1200 millones. Creyéndonos algo tontos, olvidaron los funcionarios de la Alcaldía aclarar algunos detalles. Por ejemplo, que una de las volquetas modelo 2010, compradas al parecer a un particular, y señaladas en el informe de Septiembre, permanece desde Julio del mismo año hasta hoy (8 meses), parqueada, abandonada por la administración municipal, al agua y al sol, mientras mala hierba crece en su interior (¡Durante la ola invernal ahí estuvo!). Muestra nada lejana a lo que sucedió con las otras maquinas por varios meses. Es decir que mientras sacan pecho con amañados informes de gestión, muchos millones de pesos ejecutados permanecen en el campo de lo inútil.
Siguiendo en el camino de lo inaceptable y lo desafortunado. La obra de la Plaza de Mercado del Kennedy camina a paso de tortuga. Por falta de autoridad municipal y de inteligencia en priorizar los rubros de inversión, hoy en día los más de 2000 millones de la construcción ejecutados del 2007 siguen sin aportar nada al desarrollo de ciudad norte. Camino a convertirse en otro elefante blanco del municipio, en la plaza abunda la soledad mientras las ventas ambulantes siguen floreciendo por doquier.
¿Hasta cuándo? Me pregunto. No me acomodo a esperar a nuevo Alcalde. Exijo al actual que corrija sus funcionarios y encamine su gestión por el sendero de la eficiencia, la excelencia y la transparencia. Hablemos: manoloazuero@hotmail.com
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